Ver para crecer online

Hace unos meses le di la vuelta al letrero que llevo pegado con ventosa en la ventana trasera del coche.

Ese que pone bebé a bordo.

Ahora pone niño a bordo.

Mi hijo ha llegado a esa edad en la que le puedes empezar a contar cosas importantes.

Mensajes que se le queden en la memoria para cuando los necesite.

Ahora no va a entenderlo por completo, pero puede que dentro de unos años, le sea de gran ayuda.

Pon ejemplo.

Desde muy pequeño nadamos juntos en el mar.

A medida que se ha hecho mayor han aparecido los miedos, sobre todo ahora que es consciente del peligro.

Por eso el año pasado le compré sus primeras gafas para nadar.

Unas como las que llevo yo.

Y le expliqué que es normal tener miedo cuando nadamos en el mar.

Sobre todo si nos cubre.

Más aún cuando no vemos lo que hay bajo la superficie.

Es normal, no es nuestro medio natural.

Le conté que siempre que se sienta así trate de calmarse, que se ponga las gafas y miré bajo el agua.

El miedo desaparece en segundos porque ves lo que hay.

Ves el manto verde de posidonias por el fondo, como la más verde de las pradera.

Ahí debajo, ves nadar a los peces, en grupos o en solitario, como el que pasea por una avenida.

Incluso este año, hemos visto un pulpo en su casa de piedras enterrada en la arena, por primera vez en muchos años, me ha hecho mucha ilusión.

Como me hace ilusión poder contarle lo que hay para que nade tranquilo y disfrute del mar.

Como se flota sin esfuerzo.

O la depurada técnica para dar la voltereta hacia atrás sin taparte la nariz ni tragar agua.

Porque cuando ves, el miedo desaparece.

Y lo mismo sucede en el océano de internet.

Si ves, es más fácil encontrar.

Si puedes ver a tus clientes, es más fácil llegar a ellos.

Si estás buscando a tus clientes online, si sabes que están ahí, pero te cuesta llegar hasta ellos el siguiente enlace te puede interesar.

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Que tengas un gran día.