Son dos palabras que te pueden ayudar si la cosa se pone tensa.
A mí me resultó útil cuando recién llegado al cliente.
Con la L puesta de consultor informático.
Lo primero que me dicen es:
“Tranquilo, no vais a durar mucho, lo más seguro que antes de terminar el año os marchéis.”
Unas palabras dé ánimo nada más llegar que te hacen querer dar lo mejor de ti.
¿Verdad?
Me sentí como Westley ante el temible pirata Roberts en la princesa prometida.
Pero recordé estas dos palabras.
“Ya veremos.”
Las repetí en mi cabeza muchas veces, y lo sigo haciendo cuando me encuentro en la misma situación.
No se trata de revancha, venganza o rencor.
No es un “A Dios pongo por testigo.”
No es eso.
Es pura aceptación.
Sí, es verdad, puede suceder lo que me dices, pero yo tengo que seguir con mis planes.
Esto relaja bastante, porque te quitas la presión, te centras en tus objetivos y no pierdes tiempo ni energía.
Y tanto es así.
Que años más tarde seguíamos allí.
Algunos de los que nos recibieron tan bien incluso se fueron antes.
Estas dos palabras juntas y en ese orden son poderosas.
Y te pueden ayudar a seguir centrado.
Como cuando me dijeron vas a suspender este examen y saqué un 10.
Te cuento todo este royo de autoayuda por lo siguiente.
Cuando por fin nos decidimos a poner en marcha nuestro proyecto online nos encontramos con obstáculos.
Como en cualquier proyecto, es lo normal.
Lo bueno es que con el marketing digital podemos aprender de los errores casi en tiempo real.
Y adaptar y corregir hasta conseguir poner rumbo a nuestros objetivos.
Nos obsesionamos con el logo, los colores, el mensaje, el diseño, la plantilla de WordPress, el SEO.
Y todo eso es muy importante, no digo que no.
Pero si te das cuenta de que la has cagado lo puedes cambiar con facilidad, a veces por un coste ridículo.
¿O vas a seguir con algo que sabes que no está funcionando bien?
Hacemos marketing digital, sencillo y flexible, tienes más detalles en este enlace de aquí.
P.D. Como desees.
0 comentarios